Este comentario lo escribí hace tiempo en una tarea de la especialización sobre la Gestión del Conocimiento. Lo encontré accidentalmente en mis borradores del blog, probablemente quería ampliarlo, y ahora que lo leo casi 2 años después se me antoja publicarlo, veamos si hay opiniones.
Cantidad de veces hemos escuchado hablar acerca de como el mundo occidental subvalora el conocimiento de las personas que mas recorrido han tenido en una disciplina o ejerciendo algun tipo de rol. Pocas veces se escucha hablar sobre como las nuevas generaciones desarrollan niveles de conocimiento tan aceptables como para ser ahora esas nuevas generaciones quienes educan e impulsan las aún mas nuevas.
Esta discusión se plantea desde una vivencia particular, sobre como desde mi juventud experimento situaciones en las que el conocimiento, conciencia y crecimiento obtenido durante el ejercicio de mi carrera, han resultado insuficientes para algunos de mis colegas mas experimentados.
La necesidad de contar mi historia, surge además de trabajo de caracter investigativo que nos encontramos desarrollando y que ha hecho surgir en mi el entusiamo por compartir mi vivencia personal.
Ahora bien, desde este lado del prisma encuentro particularmente desconcertante haber encontrado en mi recorrido profesional, personas que no valoran el no muy común, conocimiento e interes por la educación de la nuevas generaciones y aún más la formación de profesionales integros por parte de personas jóvenes.
Si bien justifico tal incredulidad en lo común que resulta ver cantidad de adultos jovenes tomándose la educación como un simple trabajo o necesidad económica sin impacto o trascendencia social; habría que entrar a evaluar como las personas de experiencia, o que creen tenerla, adjudican el mismo tipo de compromiso (o falta del mismo) a la mayoria de los que nos dedicamos a dicha tarea.
Pensaría uno que la experiencia permitiría tener una visión un tanto más abierta de las nuevas motivaciones que hay en las generaciones actuales de profesionales; sin embargo, la tendencia a observar despectivamente las intenciones y construcción de ideas diferentes que concienticen a las personas en formación acerca de como y de que forma ser profesionales de calidad y tener conciencia del trabajo que realizamos y las responsabilidades sociales que adquirimos, parecen ser algo poco creible en la mayoría de personas con experiencia, a quienes terminamos denominando como "sicorigidos", esta vez desde toda nuestra juventud.
Mi experiencia personal me ha hecho persar en bastantes cosas relacionadas con este mismo tema así sea de forma indirecta. Uno mas de mis cuestionamientos es en que medida el conocimiento meramente académico, transmite las herramientas correctas para defenderse en el mundo actual. Desde mi vivencia, es esta razón la que me hace cuestionar mi labor como docente y empeñarme tanto en conseguir transmitir a mis alumnos tanto la instrucción academica y teorica, como la vivencia real producto de la experiencia en organizaciones del medio las cuales he tenido la oportunidad de conocer como empleada o contratista.
Y es que a algunos les parece increible que tan poca experiencia pueda servir para este fin. Yo avoco nuevamente a mi experiencia particular para decir que no se como podria llevarse un conocimiento de esa indole si algo de experiencia real. Seria tanto como no ver y pretender describir el mundo de lo que imaginas o de lo que otros dicen, basto criterio seria ese, como tambien lo sería intentar formar personas, solo a través de vivencias personales y alejarse totalmente del contexto académico, eso seria un desproposito.
Pues bien, es así como el conocimiento esta pasando entre nuestras generaciones, nuevas generaciones educado a nuevas generaciones, por mas redundante que eso parezca. Y aunque no es mi propósito en ninguna forma terminar en el punto de desmeritar el enorme valor que tiene la experiencia, quiza si lo es a través de esta corta historia, el defender el valor que tiene la pasión por retribuir a la sociedad y la academia, el valor que representa el conocimiento presente en las generaciones actuales, que hemos sido forjadas por los a hoy valiosos intentos y equivocaciones que germinan en conocimiento, producto del aprendizaje de las generaciones precedentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario