jueves, 23 de octubre de 2008

Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia

EL REMERO

Cuentan las crónicas que hace tiempo se acordó celebrar anualmente una competición entre los empleados de dos multinacionales, una japonesa y una española. El reto consistía en una carrera de traineras (como las de Oxford y Cambridge), con personal de cada una de las empresas.

El primer año, los japoneses prepararon una embarcación compuesta por un jefe de equipo y 9 remeros, mientras que los españoles dispusieron 9 jefes de equipo y un remero. Después de una "disputada" carrera, Japón gano con 6 horas de ventaja. La Dirección de la empresa española prometió tomar medidas para que no se repitiera semejante resultado.

Al año siguiente, el barco japonés volvió a tener un jefe de equipo y 9 remeros, mientras que el español se formó con cinco jefes de equipo, dos directores técnicos, un vicepresidente ejecutivo, un jefe de personal y el único remero del año anterior. El resultado esta vez fue la victoria japonesa por 11 horas de diferencia.

El Consejo de Administración de la multinacional española se reunió en la planta noble del edificio, con un único punto en el orden del día: cómo ganar a los japoneses el año siguiente. Tras muchas horas de arduas discusiones, se acuerda pasar el tema al Departamento de Investigación y Desarrollo, quien se responsabilizaría de los resultados.

Después de 12 meses de intenso trabajo desarrollando un complejo proyecto, llegó el día de la carrera. De nuevo los japoneses hicieron su equipo tradicional, con un jefe y 9 remeros, pero esta vez los españoles presentaron una embarcación revolucionaria: un jefe de equipo, un director de recursos humanos, dos jefes de proyecto, un auditor externo, un asesor de imagen y tres guardias de seguridad que no quitaban ojo al único remero de siempre, al que se le había suprimido el plus de productividad y los tickets restaurante.

La victoria japonesa fue por 18 horas de ventaja.

Ante tamaño desastre la Dirección de la empresa española tomó medidas drásticas: reestructurar el Departamento de I+D, redefinir a la baja la asignación de los complementos variables y por supuesto: despedir sin derecho a indemnización al remero causante de los continuos ridículos, por su nula implicación con la política y objetivos de la organización.

(Ya no hubo más carreras. El remero despedido fue inmediatamente contratado por la multinacional japonesa. Los directivos españoles se subieron el sueldo un 40 %, pero congelaron, por la crisis del sector, los del resto de trabajadores. Y el Departamento de I+D pasó a llamarse Departamento de I+D+I. En fin .... ).

Fuente: Desconocida (Pero no es mío)

jueves, 9 de octubre de 2008

Sobre la carta García

(Se republica por buena acogida :-P)

Bien, cuando tengo algo que decir y no lo puedo decir tal cual como suena por lo duro que resultaría para las personas implicadas, pues me busco la forma al menos, de quitarme el nudo en la garganta, este post es una de esas formas de hacerlo...

Esta lectura es todo un clásico y es usada por muchos, entre ellos, padres que dicen que los hijos deberian simplemente acatar todas las ordenes sin chistar, que de donde saque eso? de un foro y me parecio bastante absurdo, una cosa es la obediencia y otra diferente la falta de caracter, de criterio o hasta de independencia en algunas ocasiones, pero bien, ese no es la reflexión que pretendo hacer...

Si bien he utilizado alusiones a este texto algunas veces, incluso con mis alumnos, cuando preguntan y preguntan sin siquiera buscar una posible solución, hoy me voy en contra del texto, por que simplemente la posición opuesta, es decir, el no preguntar y asumirlo todo por cuenta propia, es extremadamente peligroso a mi de hecho me gustaria saber que pasaria, si el tipo de la historia hubiera salido de la selva despues de toda su travesía, pero le hubiera entregado de accidente la carta a otra persona que cumplia exactamente con las caracteristicas de la persona a quien iba dirigida en realidad... pues bien, habria sido muy diligente, pero habria fallado... y definitivamente así tampoco es...

Ahí esta mi punto.... pero antes de concluir, para quienes no la conozcan los invito a leer.
http://www.correvedile.com/literatura/parabolas/cartagarcia.html

Definitivamente el no preguntar es contraproducente, pienso que... la determinación y el ser diligente puede parecer una muy buena actitud, pero el definitivamente no saber de que forma es que la otra persona espera ser ayudado, es aun peor, en algunos casos uno preferiría que no intentaran ayudar, si van a ayudar mal... para aumentar el problema algunos lo que asumen es que mejor si ni se meten, ni preguntan, ni se ponen a la orden, o asumen que los demás quieren hacer todo el trabajo por ellos... pero bueno, como me ando llenando de sentimientos, lo dejaré de ese tamaño, creo que mi unica excusa era hacer alusión a la Carta a Garcia con respecto a esa parte que no me gusta, en la que la diligencia en asumir tanto en demasía como en nada, me parecen una mala posición.

Como dice mi abuelita...

"Ningun extremo es bueno mija, ninguno"